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LCDR – 3.4

Aquellos que crían perros



Mi recuerdo del domingo era muy confuso. Miré el reloj. Eran las once de la mañana. Había una bandeja con comida en el escritorio. Simon lo habrá hecho. Ya no hice ninguna tontería tomando la comida que me daban.

Dejé el plato de estofado boca abajo sobre la cama de Simon y salí a la sala de estar. Nadie estaba alli. Revisé mi cuerpo mientras tomaba un baño, pero no había nada malo en él. Me puse mi uniforme escolar y me até cuidadosamente la corbata, saqué un paquete de fotos de la parte posterior de la estantería, lo puse en mi bolsillo y salí de la habitación. Bajé al restaurante, comí un desayuno tardío y reflexioné lentamente sobre lo que había sucedido la noche anterior.

Me violaron en grupo por segunda vez y esta vez trajeron a George. Por la forma en que Hugh manejaba a George, era fácil entender su relación de poder. De los predecesores, George fue el único sobreviviente. ¿Por qué decidieron mantener vivo a George? ¿Cómo les paga George por sobrevivir? Todas las preguntas solo podrían resolverse encontrándome con George.

El problema era que no era fácil ver a George evitando los ojos de otras personas. George no iba a la escuela y fue confinado al dormitorio. En el dormitorio, Hugh, Simon y Jerome entraban y salían con frecuencia, por lo que era peligroso tener una conversación.
De hecho, la escuela era peligrosa en todas partes. ¿No nos delató alguien por planear el asesinato de Jerome? En ese momento, no había forma de adivinar cómo Jerome descubrió la conspiración. Había otros estudiantes en el café, pero estaban lejos de nuestra mesa. Es por eso que George y yo pudimos tener una conversación con tranquilidad. ¿Quién diablos nos escuchó? El acusador de la reunión secreta con George podría haber sido la <Cuarta Persona> cuya única sombra fue capturada en la foto. Qué, no... 

Todo eran acertijos, pero no podía postergarlo más. Ayer me golpearon en la espalda otra vez. Después de terminar un juego, pensé que tendría tiempo para el siguiente, pero me equivoqué. Eran impulsivos. No tenían patrones. Ahora que lo pienso, todos los predecesores tuvieron tiempos de retiro diferentes y sus finales también fueron diferentes. Fue igualmente trágico, pero algunos se suicidaron, algunos se prostituyeron y otros fueron a un hospital psiquiátrico. No podía distraerme en ningún momento.

Cambié de opinión. Tenía que atacar primero. Si espero y agacho la cabeza, la pandilla de Jerome seguirá golpeándome. Tenía que devolver todas las acciones que había recibido sin excepción. De todos modos, tengo los nombres de mis seis predecesores.

Incluso si no puedo descifrar los patrones de ataque de Jerome, los ejemplos de mis predecesores serán útiles para comprender sus personalidades. Ahora tenía tres objetivos.

1. Encontrar a la cuarta persona en la imagen.
2. Investigar los casos de los predecesores, incluido George.
3. Sobrevivir y obtener venganza.

Después de comer, me dirigí a la escuela para tomar el examen. El clima era soleado. Fue un verano en toda regla. Pensé que tal vez me había convertido en un maníaco como ellos en cierta medida. Pero no me importaba. Realmente. No fue así.

Después de tomar la prueba, me quedé en el jardín donde se reunía mucha gente. Los estudiantes quedaron atrapados en la brecha, tomando el sol y mirando a su alrededor. No vi al sospechoso. Todos los chicos miraban a las chicas que estaban sentadas cerca. Cada vez que soplaba la brisa, la falda del uniforme escolar se agitaba y sus muslos quedaban expuestos.
No di una mirada al costado de la falda. Y busqué sin aliento para ver si había alguien como yo que no mirara las faldas. No había una sola mujer entre mis predecesores. Las mujeres no fueron atacadas.

N/T Las mujeres no fueron atacadas: Creo que es lo único bonito que he leído en lo que va de novela. Qué consuelo tan triste. Y pensar que se pondrá peor… :c

Después de quedarme en el jardín por un tiempo, comencé a sudar y me mudé a la biblioteca. Entonces tuve una suerte increíble. George salía de la biblioteca. Me encontró y volvió a la biblioteca. Caminé tras él. George entró en los archivos, donde rara vez había gente. Estaba de pie al borde del trastero, esperándome.

George, dijo, de pie afuera y mirando la entrada. Era una voz fuerte, pero el interior del trastero era silencioso y sonaba bien.

—Dijiste que quedaba un poco de tiempo.
—Simon. —George dijo en voz baja.

George no dijo una palabra sobre lo que pasó ayer. Quería saber todas las historias que George no me contó, comenzando con lo que sucedió ayer, pero cuando surgió el nombre de Simon, tuve que preguntar.

—Simon, ¿Por qué?

George me miró con ojos azules pálidos.

—Simon solo tiene relaciones sexuales cuando la otra parte está dormida.
Habló con altivez.
—Para entonces, todos los demás muchachos se habían vuelto locos.

George, que dejó de hablar, me miró un momento.

—Gracias a que Simon está preocupado. Quiere cambiarte rápidamente por otro tipo y traer una nueva víctima.
—¿Y? ¿Qué intentan hacer conmigo? ¿Qué pasó con mis predecesores? —iré a George y le pregunté—: ¿Qué estás haciendo? Lo siento, George, pero me cuesta confiar en ti por lo que sucedió ayer.
—¿Ayer? —George, respondió con calma, volviéndose altivo—. Soy el perro de Hugh. Si Hugh lo dice, haré lo que él me diga. Siento lo de ayer.

Disculpas.... Lo siento. Es una pena estar involucrado en una violación grupal.

Mi cabeza estaba caliente de ira, y miré a George con los brazos alrededor de mí mismo sin hablar. Era aproximadamente un poco de tiempo más grande que yo. Su cumpleaños fue el más alejado, miré su rostro, pero George era más grande que todos nosotros, más calculador y más capaz de hablar políticamente. Porque cuando hablaba con George, siempre parecía que estaba bailando a su ritmo. Sin embargo, no me gustaba ser humillado fácilmente y parecer cobarde.
No tenía tiempo que perder bailando con George o Jerome. Traté de calmar mi ira. El objetivo ya estaba claro. En el proceso, si George me engaña o caigo en la trampa de Jerome, no perderé el objetivo.

Apenas hundí mi corazón. En lugar de aceptar las palabras de George, abrí la bolsa. Mi punto principal era otro de todos modos. Saqué el paquete de fotos que tenía en mi bolsillo. De las diecinueve fotos, la cuarta persona. Empujé la foto expuesta frente a George. Él miró la imagen sin pestañear.

—¿Ves una sombra de persona en la parte inferior derecha?

Observé a través de su rostro para no perder ninguna de las bellas expresiones de George.

—Cuatro. Los chicos de la violación grupal son Jerome y Simon, y la foto es tomada por Hugh, y otro está allí.

La cara de George no se movió un poco, como si hubiera vertido placas de yeso. Pregunté, tratando de leer las emociones ocultas en la cara con forma de máscara.

—Esa sombra. ¿Es esa sombra tuya? ¿Eres ese bastardo?

George pudo haber sido mi predecesor, pero ¿podemos decir que ahora no es mi compañero?

—¿Y si fuera yo? —George preguntó con calma—. ¿Qué hace que esa sombra sea diferente de quienquiera que sea? No habrá nada que cambie en tu situación. —añadió en tono burlón.

Cambiar.
De ahora en adelante.

George entró en pánico. Vi que fingía estar tranquilo, pero en realidad estaba avergonzado. George nunca contesta con preguntas. Nunca.

Si la sombra de la foto fuera George, habría respondido que sí. Y dijo que era una lástima. Por lo tanto, esa sombra no era George.

Sin embargo, George conoce la identidad de la sombra.

Había otra persona involucrada en esto. Por alguna razón, George trató de ocultar la identidad del otro participante. Sabía quién era la cuarta persona y trató de ocultarlo. ¡Obviamente, George era el enemigo!

Todavía creía que una vez fue mi predecesor. Solo creía que ahora era un participante.

N/T: La víctima que se convierte en verdugo… Qué tragedia la del perro George. Vamos a llorar con él.

El olor a polvo de la biblioteca provocó la punta de mi nariz, pero mi sentido del olfato se volvió más sensible que nunca. George dijo que me usaría, y fiel a su palabra, participó en una violación en grupo ayer. George estará dispuesto a participar en violarme y torturarme con un propósito. Su propósito es sobrevivir, por lo que incluso si me hace un regalo, prenderá fuego a mis pies sin temor para proteger su bienestar.
Afortunadamente, el propósito de George y el mío coincidieron en parte. Todos éramos temerarios para sobrevivir a la derrota causada por Jerome. Como George usó mi ignorancia anoche, yo también usaré a George.

Gracias a mi silencio, George se dio cuenta de su error. Parpadeó como si estuviera cansado de mis ojos transparentes. Me reí y mencioné a Hugh en respuesta.

—De acuerdo, el imbécil de Hugh. Volvamos al tema original. ¿Cómo eran nuestros predecesores en esta época?
—Obedientes.
George confió.
—Yo les lamí los pies y les rogué que me salvaran. Por lo general, una vez violados en grupo, están fuera de sus mente. Torturaron a los predecesores para que se volvieran completamente locos. No puedes funcionar como un humano, así que puedes vivir como un perro.
—¿Como tú? —pregunté, riendo. 
—No. No estoy domesticado como un perro, pero elegí ser un perro —George, dijo, fríamente. Cerró la boca por un momento, luego dijo en un tono lento—. Oh, Dios mío. Llegará el momento en que tengas que eligir. Simon tiene prisa. Tienes que elegir si sucumbir a ellos o suicidarte. ¿Sabes lo que sucede cuando pierdes una elección?

Los ojos de George brillaban extrañamente.

—Encajarás en el mismo extremo que los predecesores. Ellos perdieron el tiempo, a diferencia de mí.

Sonaba ridículo. Era asombrosamente ridículo. ¿No puedo funcionar como un ser humano? ¿Dejarme vivir como un perro? ¿Torturarme para volverme loco por completo? Ya me habían follado en grupo, me habían tomado fotos de la escena, me habían alimentado con drogas extrañas, me habían inyectado sustancias, me habían golpeado con látigos de caballo y habían intentado matarme en un pantano. Todo lo imaginable o cuestionable sucedió. Incluso si continúan torturándome en el futuro, los ataques anteriores solo ocurrirán repetidamente.
Se produjeron agresiones físicas y mentales, así como agresiones sexuales. Incluso si ejercen su pura creatividad, será difícil sorprenderme aún más. Si me dan la oportunidad de elegir, con gusto me tirarían al piso de tierra.

George parecía ridículo. No importaba cuán grande fuera la información que tenía en sus manos, solo era un bastardo. Un bastardo castrado que no tiene deseos de morder la mano de su amo. Levanté la vista a las mejillas delgadas de George y dije en voz baja.

—Te equivocas, George. Te hicieron creer que tomaste tu propia decisión. No elegiste. Fuiste criado como su perro desde el principio.

George me miró inexpresivo, pero sus ojos estaban bajos de ira. Seguí hablando.

—La razón por la que eres diferente de tus predecesores es porque te criaron específicamente como un perro que podía dormir en la cama. No tienen un patrón. ¿Me darás la oportunidad de elegir? Es una entre 10 millones.

Esta vez, di un paso adelante de George con los ojos brillantes.

—Ya han fracasado en domesticarme como a un perro.

Por eso Simon estaba tan nervioso, y por eso George estaba interesado en mí, y por eso yo seguía caminando sobre mis dos pies, otros sobre cuatro.

George no dijo nada. Y sin embargo, todavía necesitaba su ayuda. Necesitaba todas las cosas que sabía, sentía y aprendía sobre Jerome, Simon y Hugh, y tenía que revisar los casos de los predecesores a través de George.

Pero me di cuenta con la conversación ahora. George era el perro de Hugh. No sabía que iba a compartir la forma en que lo criaron. Creía que estaba vivo por libre albedrío sin darme cuenta de que había caído en una trampa.
¿Es la información de George realmente un escape real? ¿Es información que Hugh esparció falsamente? ¿George está tratando de ayudarse a sí mismo? O con mis propios pies ir hacia Jerome, ¿es solo ir más profundo en la trampa que has cavado? En esta situación, tomarse de la mano con George era como tomarse de la mano con Jerome.

Me despedí de George. La conversación con él no tenía como propósito identificar a <la cuarta persona> y destruir mi alianza con él. Gracias a esa conversación, pude descubrir una de las debilidades de Jerome. Sonreí a la cara inexpresiva de George, me di la vuelta y salí de la biblioteca. Fue una cosecha inesperada.



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